Las 5 principales tendencias de la cadena de suministro para 2023

Los analistas de la cadena de suministro mundial coinciden en que 2023 no aliviará las perturbaciones, pero tendencias clave que muestran la forma del año que viene. Desde la inflación hasta la inminente recesión, pasando por los retos geopolíticos y las presiones para informar sobre prácticas sostenibles en todas las operaciones, los responsables de la cadena de suministro se preparan para un clima que exige estrategias en evolución y tiempos de respuesta más rápidos. He aquí las principales tendencias a tener en cuenta y cómo los operadores están cambiando de marcha para mantener fuertes las cadenas de suministro.

#nº 1: Economía

La inflación seguirá siendo un factor a tener en cuenta, ya que los responsables de la cadena de suministro intentarán adelantarse al comportamiento de los consumidores ante la subida de los precios. Aunque los últimos indicios muestran que la inflación puede haber tocado techo, se esperan repuntes transitorios. A esto hay que añadir la persistente amenaza de recesión. Mientras los bancos centrales siguen subiendo los tipos de interés para contener la inflación, el crecimiento económico se tambalea y la recesión parece casi segura. Esto ralentizará la demanda y afectará a los niveles de producción. Las empresas también seguirán luchando con el calendario de contratación, los costes laborales y las señales de la demanda. Las condiciones económicas impredecibles obligan a las empresas a reevaluar constantemente todos los aspectos del negocio y suponen una carga adicional para las cadenas de suministro. Las empresas no sólo tienen que hacer frente a los nuevos retos que supone llevar los productos de los centros de fabricación a las manos de los clientes, sino también hacer malabarismos con las previsiones de precios. En cierto modo, esto hace que la inflación sea aún más perturbadora que la pandemia del COVID-19. Un informe de McKinsey de septiembre muestra que la inflación sigue siendo uno de los principales riesgos económicos a escala mundial. En los mercados europeos, la inflación ha alcanzado niveles récord en el último año. Los vaivenes de la coyuntura económica han obligado a los responsables de la cadena de suministro de empresas de todo el mundo a recurrir con más frecuencia a herramientas de planificación de la cadena de suministro que pueden ayudarles a ejecutar muchos más escenarios hipotéticos utilizando datos en tiempo real, y a plataformas que pueden ayudarles a reaccionar ante las perturbaciones en el momento en que se producen.

#2: Desafíos geopolíticos

Cada vez hay más pruebas de que China no es un socio sólido ni predecible. Las nuevas oleadas de bloqueos de COVID-19 y los nuevos controles a la exportación de tecnología de la administración Biden, diseñados para limitar la fabricación de chips fuera de China, aumentan el complicado panorama mundial de la fabricación y el comercio. En 2023 es probable que nuevas barreras comerciales compliquen aún más las cosas. De hecho, el comercio con regímenes autoritarios sigue oscureciendo las previsiones de la cadena de suministro para el próximo año. La invasión rusa de Ucrania y la guerra con este país han provocado múltiples perturbaciones en la cadena de suministro mundial, como el aumento de los fletes, la escasez de contenedores y la menor disponibilidad de espacio de almacenamiento. El entorno operativo mundial ha ido cambiando hacia algo que recuerda a la época de la Guerra Fría. El aumento de las tensiones geopolíticas empuja a los países a hacer más negocios y a fabricar dentro de sus propias fronteras, o más cerca de ellas, lo que aumenta los costes. A ello se añade un panorama de socios comerciales persistentemente impredecible, que obliga a las empresas a considerar todas las opciones y a mantener una actitud conservadora en las inversiones.

#3: Visibilidad N-Tier

La mayoría de las empresas tienen visibilidad de sus operaciones y controlan a los proveedores de nivel 1, pero en los niveles inferiores de la cadena de suministro, los llamados proveedores de nivel N siguen siendo una parte importante de la producción y la satisfacción de la demanda. Con el aumento de la volatilidad en la cadena de suministro, las empresas han pasado a dar prioridad a la visibilidad de la cadena de suministro en cada punto. Una encuesta de McKinsey mostró que sólo el dos por ciento de las empresas tiene un conocimiento sólido de la ubicación y las actividades de los proveedores de N-Tier. Esto puede plantear problemas importantes, sobre todo porque algunos de los desabastecimientos más problemáticos, como el de semiconductores, se producen en los eslabones inferiores de la cadena de suministro. La encuesta apuntaba a la necesidad de que más directores generales trazaran un mapa agresivo de los proveedores de nivel N para controlar mejor las interrupciones.

#4: Trabajo

El coste y la incierta disponibilidad de mano de obra seguirán afectando a los operadores de la cadena de suministro en 2023. La mano de obra se ha convertido en una apuesta costosa, desde las huelgas de trabajadores ferroviarios, que estuvieron a punto de fracasar, hasta la escasez de conductores de camiones y los despidos. El gigante de la tecnología Amazon anunció recientemente que despediría a unos 10.000 trabajadores, aunque muchos trabajadores de almacén se salvaron de este raro recorte de personal. Se espera que la reducción afecte sobre todo a la división de dispositivos de Amazon y sigue la estela de otros recortes laborales de titanes tecnológicos como Meta (Facebook). Para Amazon, el aumento de la inflación y la subida de los precios del combustible han afectado a la demanda de los consumidores, por lo que las medidas de recorte de costes eran inevitables. Muchas empresas se enfrentan a la incertidumbre sobre cuántos trabajadores contratar o despedir ante las persistentes fluctuaciones de la demanda de los consumidores, y las interrupciones de la cadena de suministro siguen agravando el problema. Mientras tanto, hay puestos de trabajo que no se pueden cubrir. Siguen faltando unos 78.000 conductores, mientras el sector del transporte por carretera lucha por mantener las flotas en funcionamiento y los suministros entregados a tiempo.

#5: Sostenibilidad

La presentación de informes ESG (Environmental, Social, Governance) seguirá ejerciendo presión sobre el sector de la cadena de suministro en el nuevo año. En EE.UU., el seguimiento y la información sobre las prácticas de sostenibilidad de todos los proveedores aún no son obligatorios, pero la SEC ha publicado su propuesta de Mejora y Normalización de la Información sobre el Clima para los Inversores, que introduciría los primeros requisitos. Europa ya exige que se informe sobre una amplia gama de actividades ASG.  

En enero de 2023 entrará en vigor la Ley alemana de Diligencia Debida en la Cadena de Suministro y las empresas tendrán que demostrar que sus proveedores no vulneran los derechos humanos. Las marcas mundiales han emitido una ronda de compromisos para reducir las emisiones de carbono en las próximas dos décadas y los ojos de los inversores estarán puestos en los operadores de la cadena de suministro para encontrar formas de mejorar tanto las estrategias de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero como de elevar los objetivos de sostenibilidad.

Soluciones

Los líderes de la cadena de suministro deben construir agilidad y visibilidad en sus operaciones y estrategias, junto con una planificación de escenarios más rápida y precisa para mantenerse a la vanguardia en el próximo año. Las transformaciones digitales y las capacidades de software seguirán siendo un fuerte aliado para los CEO. El software y las soluciones basadas en la nube ofrecen visibilidad de extremo a extremo en toda la cadena de suministro y están mejorando rápidamente la capacidad de una empresa para ejecutar múltiples escenarios de previsión y ayudar a las estrategias de ejecución.  

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